El tango también es literatura. En los últimos años se multiplicó la edición de libros, desde la autogestión o con el impulso de editoriales especializadas. Es una forma de expansión. Porque el libro es la posibilidad de estimular al músico, al estudiante y al oyente. Al mismo tiempo ese movimiento se solapa con un evidente retroceso: una política impulsada desde el gobierno nacional destinada a retirar todo apoyo del Estado a las manifestaciones de la cultura. Una contradicción en proceso.
Con foco en el primer enunciado, el Festival y Mundial de Tango de Buenos Aires 2024 presentará una “maratón de libros”, el domingo a las 16 en el Salón Dorado de la Casa de la Cultura (Avenida de Mayo 575). Los protagonistas serán músicos-autores que han realizado aportes significativos a la producción librezca del tango: Yazmina Raies, Javier Weintraub, Bernardo Monk, Paulina Fain, Matías Gobbo, Hugo Satorre, Julia Winokur, Soledad Venegas, Julián Graciano, Leda Torres, Shino Ohnaga, Nacho Piana, Martín Jurado, Adrián Enriquez y Guillermo Rubino.
A propósito de este encuentro, Negras&Blancas dialogó con algunos protagonistas: Shino Ohnaga, autora -junto con Nacho Piana- del libro “Sebastián Piana en Tinta Roja”; Martín Jurado y Adrián Enriquez, que publicaron “Los pianistas del tango 2. Milongas”, y Leda Torres, que generó dos materiales: “Carlos García. Tangos en Piano Vol. 1” y “Héctor Stamponi. Sus tangos en piano solo”
En el tiempo “dorado” del tango, la formación de los instrumentistas era sobre todo oral; se aprendían los rudimentos con algún “profesor de barrio” y -luego- se terminaba de formar ya profesionalmente tocando en la fila de la orquesta. ¿Cómo es la formación del músico de tango en la actualidad y de qué manera intuye que eso influye en el sonido del tango de hoy?
Shino Ohnaga: El tango, siendo una música folclórica propia de una región, ahora puede “estudiarse”, gracias a manuales y videos, sin estar en esa región. Esto ha ampliado significativamente la posibilidad de aprender tango en cualquier parte del mundo. Sin embargo, el “ambiente de barrio” y el “toque humano” que en el pasado sólo podían transmitirse oralmente, así como esa “atmósfera” que los maestros del tango crean y que no se puede escribir en las partituras, son sabores que solo se pueden adquirir mediante la práctica. Existe el riesgo de perder esos elementos autóctonos que solo se pueden adquirir a través de la experiencia. Porque el tango es mucho más que simplemente aprender notas y pasos, como ocurre en otros géneros.
Leda Torres: Es cierto que en las últimas décadas los músicxs se han ocupado más de la transmisión; por lo tanto hay mucho, muchísimo, material que hace un poco más sencillo el camino.
Adrián Enriquez: La formación actual de un músico especializado en el tango es muy diversa y en algunos casos hasta muy compleja. Observo dos caminos posibles: el aula y el escenario. Considero “aula” a los conservatorios y orquestas escuelas de tango que van decodificando y plasmando en forma oral y escrita los recursos estilísticos y la técnica instrumental del género, logrando resultados maravillosos. Aunque sólo existen en algunas pocas ciudades capitales. Luego, claro, está el aprendizaje en el escenario. Se produce de algún modo una réplica de la escuela de la vida profesional que vivieron los músicos de la “época dorada”. El tango de nuestros días es generoso, inclusivo, transversal a otros géneros musicales y sabe mantener las puertas abiertas, por donde recibe a músicos de diferentes procedencias. Antes sólo era rioplatense y federal. Hoy es internacional. Hoy la mujer es el motor fundamental del crecimiento que estamos transitando. Se percibe sí una disminución, en general, de la expresión rítmica reflejada en la potencia sonora. En parte es consecuencia del surgimiento y desarrollo de la amplificación. Esta percepción está basada en la propia experiencia de tocar con músicos muy mayores de edad que administran otro caudal sonoro y expresivo. Son aquellos que hoy consideramos maestros.
Martín Jurado y Adrián Enriquez
¿Qué lectura hacen de los materiales formativos que hoy existen en el tango? ¿Hay suficientes? ¿Qué falta? ¿Qué entienden que aportan, en ese contexto, los trabajos de transcripción de se conocieron en los últimos años?
Leda Torres: La mayoría de los nuevos libros recuperan, definen, estudian o investigan periodos anteriores. Hay bastante, y falta mucho, y así seguirá la rueda.
Shino Ohnaga: La disponibilidad de transcripciones ha permitido a un mayor número de músicos no sólo experimentar y recrear el sonido, sino también captar la técnica y el sentimiento con los que los maestros originalmente interpretaban esas piezas.
Martín Jurado: Los materiales disponibles han crecido en cantidad y calidad desde los años noventa hasta hoy, pero todavía tienen limitaciones. Si bien hay más recursos como métodos, libros de desgrabaciones o nuevos arreglos didácticos, estos se centran en un enfoque general del género. Esto deja un vacío en la oferta de materiales más avanzados y específicos, que aborden las particularidades estilísticas y técnicas de diferentes subgéneros o épocas del tango. Por ejemplo, hay un vacío significativo en la época actual de materiales y métodos por ejemplo en el tango electrónico y en el tango académico contemporáneo. Aunque estos subgéneros han ganado popularidad, la oferta educativa no ha avanzado a la par. De todos modos, los trabajos de transcripción que se han hecho en los últimos años son cruciales. Son un puente entre las grabaciones originales y los músicxs contemporáneos. Dan acceso a nuestro patrimonio cultural, que de otra forma se perdería.
Sobre su libro en particular, ¿Qué dificultades encontraron en su desarrollo?
Martín Jurado: Las dificultades en las desgrabaciones de arreglos de tangos para piano solo fueron, en su mayoría, de carácter técnico, especialmente en las grabaciones más antiguas realizadas con el sistema acústico, el cual captaba un rango de frecuencias muy limitado. Seleccionamos tangos interpretados por pianistas que marcaron un hito en cada etapa de la historia del tango, como Manuel Campoamor, Roberto Firpo, Enrique Delfino, Sebastián Piana, Pintín Castellanos, Osmar Maderna, Mariano Mores, Fulvio Salamanca, Osvaldo Tarantino, Osvaldo Berlingieri, Pepe Colangelo, entre otros.
Adrián Enriquez: Cuando uno comienza a escuchar tango desea en algún lugar del alma tocar como esos maestros que están en los discos. Al principio parece imposible, luego con el aprendizaje de la técnica del instrumento se acorta la distancia; aunque falta algo, y que es muy importante, la partitura. Una dificultad que me atraviesa es poder imaginar a los pioneros de manera fiel a su tiempo y contexto, despojada de nuestro tiempo. Quisiera poder transmitir en una transcripción la manera más sincera con la que en aquella época se tocaba en piano y se interpretaba un tango.
Shino Ohnaga: Quería que estas transcripciones de la obra de Sebastián Piana fueran útiles para quienes deseen adaptarlas a otros instrumentos, investigar los temas o profundizar en el estudio del tango. La mayor dificultad fue que la grabación no era muy clara, lo que hizo complicado captar y decidir las notas y los acordes con precisión. Trabajé hasta llegar a un punto en el que pude decir “hasta aquí”. De lo contrario, podría haber seguido indefinidamente, descubriendo cada día nuevos detalles y modificaciones.
Leda Torres: Mi motivación para trabajar con la obra de Carlos García fue la inexistencia o la inaccesibilidad de sus partituras. Las ganas de poder tocar esos solos, aprender de ellos y no poder. Primero fue una necesidad personal, nunca fue un objetivo inicial el hecho de publicarlos pero luego pensé que si yo, como pianista de tango tuve esa necesidad, otros colegas pasarían por la misma necesidad.
Leda Torres
Atravesamos un contexto en el que, desde los espacios gubernamentales nacionales, se cuestiona toda política de subsidio a la cultura, ¿De qué manera eso impacta en la escena del tango?
Leda Torres: Impacta de la peor manera entorpeciendo la concreción de algunos proyectos. Pues todo lo que sea alrededor de lo económico es un imposible. Al mismo tiempo se puede decir que el trabajador de la cultura independiente nunca se detuvo, sea cual fuere la crisis. La fortaleza y el ingenio argentino es la principal causa de la belleza de discos, grupos, bibliografía y conciertos que siguen y seguirán existiendo muy a pesar de las dificultades actuales.
Martín Jurado: Con el gobierno cuestionando los subsidios a la cultura, muchos proyectos artísticos se van a ver afectados o simplemente no se van a producir. Sin esa plata, quizás solo sobrevivan los que pueden atraer inversión privada, lo que podría hacer que la oferta cultural se vuelva más homogénea y menos accesible. Por supuesto hay formas de financiarse, como el crowdfunding o la autogestión, pero no siempre va a ser fácil reemplazar el apoyo del Estado.
Nacho Piana y Shino Ohnaga
Adrián Enriquez: Siempre van a cuestionar lo que a la gente le hace bien. El tango, como todas las artes, es parte del alimento que necesita el alma de muchas personas. Hoy nos queda aprovechar cada oportunidad que se nos presenta, acompañar y hacer fuertes a las instituciones educativas.
Shino Ohnaga: Los nuevos desafíos se vuelven cada vez más difíciles de enfrentar, y el enfoque tiende a desplazarse hacia el “trabajo” en lugar de hacia el desarrollo artístico.
La búsqueda de oportunidades laborales fuera del país desvía la atención de la cultura, el desarrollo del tango, su preservación y la investigación en Argentina.