El jueves se entregarán los Premios Grammy Latinos 2024, en Miami, Estados Unidos. Argentinos como Bizarrap, Emilia Mernes, Trueno, María Becerra, David Lebón, Wos, Conociendo Rusia y Dillom formarán parte de la ceremonia. También están nominados -aunque casi no hay modo de enterarse a través de los medios argentinos- cinco discos de tango: “El Cantor de Tangos”, de Guillermo Fernández y Cristian Zarate; “Tangos Cruzados”, de Franco Luciani y Fabrizio Mocata; “¿Y el Fin Del Amor?”, de Mariana Mazú; “Apiazolado”, de Diego Schissi Quinteto; y “Ya Está En El Aire”, de Ullmann Cuarteto.
Nadie desconoce la formas de circulación de la música ni el funcionamiento de los medios de comunicación. No hay allí novedad. Pero lo cierto es que la edición 2024 parece vencer una nueva barrera. En la mayoría de las repercusiones argentinas no se ofrece una sola mención a los artistas nominados en la única categoría de música argentina. Ni listados.
No se trata del lugar que los Grammy asignan a la música argentina -sería necio pretender otro sesgo de un premio internacional- sino del recorte de los espacios que se suponen o declaman propios. Un repaso de lo publicado deja en evidencia que es más fácil encontrar la información de los músicos de tango nominados en la redes oficiales del premio, que no tienen por qué tener un énfasis argentino, que en las reproducciones de medios nacionales.
Razones de una ausencia
“Siento que el tango está siendo discriminado en la industria y los medios. Me parece que no han tomado conciencia de la música, de la intelecualidad y la poesía que tenemos”, afirma el cantor Guillermo Fernández, uno de los nominados.
“En el caso del Grammy, vamos a estar un poco mejor posicionados, ya que al menos, el tango va a convivir con otros géneros en el evento principal. En las redes de los Latin Grammy, aparecemos tangueros y folkloristas, justamente, pero en las redes del periodismo argentino nos escondieron”, agregó.
Fernández ejemplificó lo que definió como “ninguneo” al recordar el caso del argentino Premio Gardel. “Estoy feliz y agradecido de tener todos mis álbumes nominados y ganar cuatro de ellos, pero en este año nos mandaron a un evento separado a las 4 de la tarde, en otro lugar, lejos de la pomposidad de la noche del Movistar Arena”, dijo.
Sobre la difusión de los tangueros nominados, el armoniquisa Franco Luciani -que también integra la categoría- reflexionó: “No me sorprende porque, lamentablemente, es una tendencia que lleva muchos años y me parece realmente muy injusta. El tango es un género que ha enseñado a muchos otros en el mundo, no solo desde la música, sino también desde la industria”.
“La palabra industria en la música no debería tomarse con miedo ni como algo que le quita valor. La industria debe existir, pero debe ser más equitativa. Parejo es imposible, pero equitativa al menos. En nuestro país existió una época donde, mayormente se escuchaba música argentina, tanto tango como folclore, y así fue durante muchos años. Que sucedió es un debate que trasciende lo musical cultural. Es político”
El pianista Diego Schissi coincidió con Luciani. “No me sorprende -dice- que el el tango no reciba la atención debida en los medios y en la opinión pública. Creo que, como tanto géneros que fueron muy populares en un momento, necesariamente con el tiempo esa popularidad se transforma y necesita reinventarse y encontrar un nuevo lugar en el escenario cultural”.
“En mi opinión -continúa- el tango empuja desde adentro: todos sus protagonistas, desde sus diferentes trincheras, empujamos con lo que sentimos que el tango tiene de valioso. Es cierto que muchos de estos esfuerzos no llegan a la superficie o al reconocimiento pleno De todas maneras, me parece que entender la necesidad de cultivar un género que nos representa minimiza la incidencia que pueda o no tener en el termómetro del ojo público. Dicho sin vueltas, que importa que a la mayoría no les importe que pase con el tango; a nosotros, sí”.
Leda Torres, pianista de Ullmann Cuarteto, también nominado en los Grammy, destaca que “la indiferencia” por ser conocida “no deja de doler”. Y explicó que, a esta altura, “pareciera ser una problemática sin solución: el tango se estrella cada vez con la industria pero igual no se detiene”.
Aquí están, estos son
Uno de los cinco nominados a los Grammy en la categoría tango es Ullmann Cuarteto, que además de Leda Torres se integra con Lucía Ramírez (bandoneón), Geraldin Carnicina (contrabajo) y Mariana Atamás (violín). Publicaron un disco, “Ya está en el aire“, que las llevó -sólo en forma simbólica- a la ceremonia en Miami.
“Ya está en el aire” es resultado de los primeros años de Ullmann en los que nos conocimos, nos descubrimos trabajando juntas, fuimos entendiéndonos como conjunto. Apropiarse de un proyecto no es poca cosa y creo que eso sucedió en esta etapa de Ullmann. Por eso mismo, también creo que este disco refleja un lenguaje propio, que se refleja en nuestro repertorio, y que expresan una forma de definir el pasado para trabajar luego hacia adelante”
(Leda Torres – Ullmann)
El amoniquista rosarino Franco Luciani trabajó con el pianista italiano Fabrizio Mocata en “Tangos cruzados”, un disco con base en la improvisación.
“La improvisación es un arte muy presente en las músicas populares y, por ende, en el tango, aunque también tiene una tradición más formal, de atril, por así decirlo. Sin embargo, hay grandes nombres en la historia del tango que han demostrado lo hermoso y complejo que es el arte de la improvisación, siempre respetando el lenguaje particular de esta música y entendiendo lo que sucede en cada nota. Eso es algo que el tango no puede ni merece perder. Es un placer llevar esto adelante con un gran músico como lo es Fabrizio. Además, hay cruces interesantes donde jugamos con clásicos del tango, pero cambiando el compás. También incluimos composiciones propias, tanto de Fabrizio como mías. Cómo resumen es un disco de tango directo, concreto, genuino, hecho con mucho trabajo y, principalmente, con mucho amor”.
(Franco Luciani)
La cantora Mariana Mazú fue nominada por su segundo disco “¿Y el fin del amor”, donde va más allá del tango y suma versiones tangueras de canciones de figuras internacionales como Joaquín Sabina, Jorge Drexler y de otras locales, como Omar Giammarco o Max Aguirre- e incluso, la primera pieza tuya, “Desencanto”?
“Es el intento de responder a una pregunta que creo que no se agota nunca . Me refiero a la pregunta por el amor y su función, su finalidad y su fin . Es un disco que cuenta historias reales, normales, típicas y elegidas con el filtro de lo propio, lo vivido y lo que me contaron porque no! Porque a veces idealizamos el amor . Y no tenemos en cuenta la otra cara de las cosas. El odio, como partícipe necesario en algún momento. Por ejemplo, el tema de Drexler que abre el disco, lo elegí porque a mi entender representa ese momento en el que te das cuenta que al pasar el tiempo, el dolor por eso que se perdió, pasa y la pena se va finalmente. Representa también para mí, que todo final esconde un comienzo”.
(Mariana Mazú)
El pianista Diego Schissi, probado como compositor y renovador del lenguaje del tango, fue seleccionado en los Grammy a parir de su álbum “Apiazolado”. Al frente de tu quinteto recreó piezas del gran bandoneonista y compositor.
“Apiazolado es lisa y llanamente nuestro homenaje a la música de Astor Piazzola. A diferencia de otros homenajes, acá tuvimos el atrevimiento de meternos con la letra escrita del maestro. Piazzolla es uno de los contados compositores dentro de la historia del tango cuya escritura musical se considera una “obra maestra”, una obra terminada. Por lo tanto, no es frecuente avanzar sobre sus decisiones musicales. Lo paradójico es que esto es parte esencial de nuestro homenaje porque es justamente Piazzolla quien nos enseñó la posibilidad de releer el canon de un género. Y hoy por hoy, Piazzolla ya es parte de ese canon y por lo tanto, también es merecedor de esa relectura”.
(Diego Schissi)
Tampoco le faltan pergaminos al cantor Guillermo Fernández, que trabajó en “El cantor de tangos” con el formato por excelencia del tiempo dorado del tango: la Orquesta Típica.
“Es un disco que llevó mucho tiempo y dinero. Comencé haciendo los arreglos en la pandemia. Después me junté con Cristian Zarate a rehacer el trabajo ya que Cristian es mi director musical desde hace 30 años, y uno de los mejores pianistas y arregladores de la historia del tango. Fue un álbum grabado a conciencia con mucho detalle y abandonado en algún momento porque, como dice Charly García, ´´los discos no se terminan se abandonan”. Busqué tangos que alguna vez canté, pero nunca los había grabado. Estoy totalmente convencido de la poesía, la intelectualidad y la musicalidad que tiene nuestro tango. Y como en todos mis álbumes, casi la mitad de las obras son mías, la mayoría con una mirada social”.
(Guillermo Fernández).
Los Premios Grammy Latinos 2024 se entregarán el jueves 14 en Miami, Estados Unidos.
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Muy buena nota reflexión tanto de Romina como los entrevistados. Voy a republicar con su permiso y otorgándoles el crédito bien merecido. Gracias