Fotos MJ Kim de MPL
“Tendría suerte si llego a viejo”, dijo Paul McCartney durante una entrevista concedida a la BBC, en 1982, cuando le preguntaron si le generaba temor aproximarse a los 40 años de edad.
Es 2025 y Paul tiene 82. El 11, 12 y 14 de febrero hubo tres conciertos en el Bowery Ballroom de Nueva York, con capacidad para 575 sólo espectadores. No estaban en los cálculos de nadie. Las entradas se anunciaron y se vendieron el mismo día. Nada de venta online, sólo presencial, a 50 dólares, una por persona y sin permiso para tomar fotos con cámara o celular.

Para promocionar cada show, McCartney sacó a relucir en sus redes sociales una ilustración que contiene tres siluetas suyas bien definidas, con un fondo psicodélico, colores santos y algunas alusiones a composiciones suyas.
“Paul McCartney Rocks The Bowery” llevó por título y poco después se supo que un argentino fue el responsable de los trazos.
Santiago Pozzi, diseñador gráfico, director de arte, serigrafista e ilustrador porteño, se recibió en la UBA. Su formación en serigrafía se localiza en California, en el taller/estudio The Firehouse Kustom Rockart Co. Su trabajo introdujo el Gigposter en la Argentina, lo que en criollo se denomina “poster de rock” para serigrafía. A partir de Chimango, su propia imprenta, se crearon posters para bandas nacionales e internacionales que van desde Litto Nebbia a Pearl Jam, pasando por Jack White y Soundgarden.
Pozzi creció con la música de Los Beatles. Y ahí McCartney tiene mucho que ver. Un largo y sinuoso camino lo llevó finalmente al tipo que solía escuchar en el auto de su mamá, desde su casa de Venado Tuerto a la escuela, cantando Ob-La-Di Ob-La-Da. Nada tiene sentido para Pozzi. O sí.
“Todavía estoy cayendo o disfrutándolo más bien. La verdad es una oportunidad que no esperaba. Solamente puedo estar agradecido con esta situación”, dice.
-Julio Martínez: Poca gente llega a Paul McCartney ¿Cómo se dio esta oportunidad de hacer el afiche para estos conciertos que nadie esperaba?
-Santiago Pozzi: La trastienda siempre es algo más aburrido o burocrático. Hace más de 15 años que trabajo haciendo diseños de posters para merchandising oficial de artistas nacionales o internacionales. Este tipo de productos, en Estados Unidos le llaman Gigposter, como “poster de recital” y se usan específicamente para merch. Se producen en serigrafías, así como también se hacen para remeras para un show y generalmente están en el kiosko de venta del show, o en tiendas on line. Ya trabajé para conciertos de Pearl Jam, Soundgarden, Hermanos Gutiérrez, Jack White. Para Litto Nebbia hice en un show y para Charly García hice una ilustración para la portada de un libro que se popularizó mucho, que la hice para Editorial Gourmet. Muchas veces me llegan fotos de tatuajes con esa ilustración. Y para esta ocasión, lo distinto es que el poster que hice era para merch, pero lo utilizaron para promocionar el show. Generalmente no se suele publicar en las redes del artista, lo que hago. Es para Paul y es un lujazo. Para la mayoría de las personas, la música de Los Beatles es parte de la cultura de cada uno, desde que es chico y la música de Paul me encanta de todas sus épocas. Es un honor.
-Hablando de todas las épocas, y Paul las tiene muchas, en el afiche hay tres McCartney
-Cuando estaba pensando qué tipo de concepto iba a usar en la ilustración.. a veces es difícil generar una imagen para representar una música. Hay tantas imágenes posibles, cómo elegir una, y al mismo tiempo cómo encontrar una. Se me ocurrió la idea de una silueta dentro de otra. Entonces tenés una silueta con el jopo beatle, otra con el pelo más largo, con bigote, más asociada a Wings, y otra con él más actual, más maduro. Y metí algunos elementos de sus canciones o climas y colores.
-¿Tuviste que hacer algún retoque en el poster para el Bowery Ballroom?
-Originalmente el afiche tenía, en la silueta del medio, una carretera con curva, en clara referencia al tema The Long And Winding Road (Let It Be, 1970), que iba hacia el horizonte e iba al sol, en referencia a I’ll Follow The Sun (Beatles For Sale, 1964), pero como lo iban a usar para el Bowery, en Nueva York, me pidieron agregaron algunos elementos referentes a la ciudad. Entonces quedó medio turístico. Prefería el sol, porque era más universal, pero quedó bien igual.
–El libro Las Canciones Ilustradas de Los Beatles, de Alan Aldridge, ¿Significó una influencia para este trabajo?
-Sí, totalmente. A ese libro lo encontré en una librería en Miramar, cuando tenía 17 años. Lo habré comprado a 15 pesos. Eran los números de esa época, pero era muy barato. Había toda una pila y no sabía si comprar todos. Hay muchísimo de esa influencia en este poster.
-¿Estará a la venta en la Argentina?
-Se imprimirá en serigrafía, que es una técnica artesanal, que se imprime de a una tinta por vez. Y haré una preventa en mis redes. El que lo quiera tener y comprar en tamaño póster, impreso en la mejor calidad, lo podrá comprar en Buenos Aires, con envíos a todo el país.
-Incluso el diseño da para una remera…
-Una remera te la comprás y quizás te dura tres años. Pero una serigrafía, es para toda la vida. Y lo verás todos los días en tu casa. Esas imágenes, con esos colores, están para alegrarte cada vez que lo veas.
-Quizás un día te llegue un mensaje de felicitación del propio Paul…
-Ojalá, ojalá. Pero igual ya con esto es un montón.

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